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En los últimos tiempos, las inspecciones de Sanidad a estudios de tatuajes han intensificado su enfoque, revisando no solo la higiene y seguridad del local, sino también el cumplimiento de la Ley de Protección de Datos (RGPD y LOPDGDD). Este cambio de enfoque ha pillado desprevenidos a muchos estudios, que pensaban que una cláusula genérica en el consentimiento informado era suficiente. Nada más lejos de la realidad.
Sanidad ya no se limita a revisar agujas y autoclaves. Ahora también mira de cerca cómo gestionas los datos personales de tus clientes, incluidos los protocolos que debes tener en marcha en caso de incidencias.
El RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) y la LOPDGDD (Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales) obligan a cumplir con una serie de puntos clave que afectan directamente a los estudios de tatuajes:
Muchos tatuadores tienen la mentalidad de «esto nunca me ha pasado». Pero cuando sucede, las consecuencias pueden ser devastadoras. Las multas por incumplimiento del RGPD pueden llegar hasta los 20 millones de euros o el 4% de la facturación anual de tu negocio, dependiendo de la gravedad de la infracción.
Además, Sanidad no está jugando. Las inspecciones se están endureciendo y, aunque el objetivo principal no sea tu gestión de datos, si detectan incumplimientos, los reportarán a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
Imagínate esta situación: un cliente se queja porque sus datos fueron usados sin su permiso explícito (o cree que lo fueron). Si no tienes un consentimiento informado bien estructurado, o si no puedes demostrar cómo proteges esos datos, estarás a merced de una denuncia. La Agencia no dudará en investigarte y, si no cumples con la normativa, enfrentarte a sanciones.
La gestión de la Ley de Protección de Datos no es algo que puedas improvisar o hacer a medias. Un servicio integral te asegura:
Al igual que en los seguros, es mejor tenerlo y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo. La tranquilidad de saber que estás cubierto vale mucho más que las posibles multas o el daño a tu reputación.
Es hora de tomarse en serio el cumplimiento de la Ley de Protección de Datos. No esperes a que una inspección o una denuncia pongan en riesgo tu negocio. Contáctanos para ofrecerte un servicio integral que mantenga tu estudio protegido y al día con la normativa.
Porque lo barato, al final, siempre sale caro.